MEDITACIONES DE LOS SALMOS
10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
(Isaías 55: 10-11)
(…) Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
(Lucas 18: 8)