Para ti, mi amada hermana en Cristo.

Mi hermana en Cristo, te dedico estos relatos de mujeres de fe que demostraron su amor al Señor con su vida y acciones. 

Que mi Señor Jesús te bendiga, y recuerda, Dios, nuestro Padre, te ama.

37  Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38  Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39  ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
(Romanos 8: 37-39)

Mateo 26: 6-13

Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 10  Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. 11  Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. 12  Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 13  De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella. (Mateo 26: 6-13)

La versión de la Biblia usada es la Reina Valera 1960.

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