Para ti, mi amada hermana en Cristo.

Proverbios 31: 30 nos da la cualidad más importante por la que una mujer puede destacar, sin embargo, el pasaje está inserto dentro de la descripción de una mujer a la que muchas aspiramos imitar. Proverbios 31: 10-31 es usado en múltiples actividades cristianas femeniles para presentarnos un modelo a seguir. Las cualidades que resaltan son dignas de admirar: da bien a su esposo, habla con sabiduría, es buena administradora y ve que van bien sus negocios, es esforzada, tiene misericordia del pobre, está tan confiada que se ríe del porvenir, y teme al Señor.

Sin embargo, y sin desvirtuar dichas cualidades, en esta ocasión comenzaremos por el final, que realmente es el principio. Analizaremos este pasaje con dos divisiones principales que explican cualidades de la mujer virtuosa: 

  1. Una relación con Dios
  2. Otras cualidades

Proverbios 31: 10-31: Cualidades de la mujer virtuosa

1. Una relación con Dios (Proverbios 31: 30)

Este tema que estás leyendo puede ser leído por mujeres que temen o no temen al Señor. Entonces, empecemos por el principio. Proverbios 31: 30 dice: “Engañosa es la gracia y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, esa será alabada.” El temor al Señor es la rueda que mueve todo lo demás. El temor entendido como una relación personal con Dios. ¿Gozas de ella? ¿Conoces a Jesús? Cuando tenemos una relación personal con Dios que crece continuamente, vemos y veremos diferentes cualidades en nuestra vida, no por buscar méritos, sino porque corresponden con una nueva naturaleza.

El escritor de Eclesiastés casi termina los 12 capítulos de su libro con este versículo: “13  El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” (Eclesiastés 12:13). Entonces, después de todo lo que él mencionó, el autor resume la parte más importante diciendo que “el todo” es temer a Dios y guardar sus mandamientos. Esto es posible creyendo en aquel que Dios envió como propiciación por nuestros pecados.

Además, nuestro Señor Jesús nos dice en Mateo 6: 33: “33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Y el apóstol Pablo en Romanos 3: 22 dice: “22  la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. (…)” Al creer en Jesús, somos justificados, y es el reino de Dios y su justicia, lo que primero debemos buscar.

Es decir, el temor al Señor, o lo que es lo mismo, una relación con Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor, debe ser la aspiración más grande que toda mujer debe tener. En Proverbios 31: 30 está la base de todas las otras cualidades.

2. Otras cualidades

Al amar a Dios, vas a amar a tu familia con el amor más auténtico que se pueda nombrar. El escritor de Proverbios dice en 31: 12 “12 Le da ella [a su esposo] bien y no mal todos los días de su vida.” ¿Qué mal podría provenir de alguien que cultiva la vida en el Espíritu? Pues “22  (…) el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23  mansedumbre, templanza; (…).“ (Gálatas 5: 22, 23).

Proverbios 31: 26 dice “26 [Ella] Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.” Ciertamente “34 (…) de la abundancia del corazón habla la boca.” (Mateo 12:34), por eso “16  La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.” (Colosenses 3:16) y “ Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5) Como cristianas, podemos pedir sabiduría y que la palabra de nuestro Señor more en abundancia en nuestros corazones, para hablar con sabiduría.

Además, entre las cualidades mencionadas en Proverbios 31: 10-31, está la administración. La mujer virtuosa administra bien, pues considera la heredad, y sólo después de considerar, hace la inversión de comprarla. Ve que van bien sus negocios. No falta la ración de alimento ni de abrigo para su familia. Puede ser que usted sea una cristiana con recursos económicos para invertir, comprar, y ver que vayan bien sus negocios. O puede ser que no lo sea. Aquí la cualidad más importante es la administración. La buena administración. Cuando reconocemos que todo lo hemos recibido, que nada es nuestro sino que habremos de dar cuenta, hay una conciencia individual de nuestra responsabilidad. Pedimos de Dios la sabiduría para administrar lo que él nos ha confiado, sea la familia, sea negocios, sea la vida. Y esperamos oír de él: “23 (…) Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” (Mateo 25: 23).

La mujer descrita en nuestro pasaje también es esforzada, y tiene misericordia del pobre. No sólo bendice a propios, sino a extraños también, algo así como Dorcas. Dorcas fue una discípula que abundaba en buenas obras y en limosnas, que murió y fue resucitada, según Hechos 9: 36-43. Además, el apóstol Pablo nos motiva a hacer bien a todos, especialmente a los de la familia de la fe, según Gálatas 6: 10.

Otra cualidad que resalta de la mujer virtuosa de Proverbios 31: 10-31, es que está tan confiada que “25 (…) se ríe de lo por venir.” (31:25). ¿Has encontrado a alguien que se ría de su futuro? ¿Qué podría hacer que una persona se ría de su futuro? Una palabra: confianza. Y aquí la pausa se hace larga, porque no hay nadie que tenga el futuro asegurado, pero no se trata de eso. No es asegurarse un futuro sin afanes ni problemas. Tener salud, tener familia, tener bienes económicos, todo eso ayuda a un mejor futuro, pero no son garantía de un futuro. Quien se ríe de lo por venir tiene una confianza que trasciende sus circunstancias. Su confianza está puesta en el Señor, y sabe que tiene promesas que son una realidad. ¿Te gustaría leer algunas de las promesas de Dios hechas a sus hijos? Al final encontrarás un enlace para ello.

Ahora bien, ¿Qué sucedería si eres una mujer que le das bien a tu esposo, que hablas con sabiduría, que eres buena administradora y ves que van bien tus negocios, que eres esforzada, que tienes misericordia del pobre, que estás tan confiada que te ríes del porvenir, pero no temes a Dios, y no tienes una relación personal con Dios por medio de su Hijo?

Busca primero el reino de Dios y su justicia. No te afanes por tener otras cualidades para resaltar. Ten una relación con Dios, y él te dará la gracia que necesitas para vivir cada día en victoria, para bendecir a los que te rodean (familia y no familia), para administrar fielmente lo que él te encomienda, para reírse del porvenir porque tu Dios te es suficiente. Y por recompensa tendrás una creciente relación con tu Dios.

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El Señor añada bendición a tu vida.

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