Carta abierta
Nuestro objetivo es crear material cristiano para hermanos y hermanas en la fe, que viven en lugares donde son perseguidos por ser cristianos. Este material estaría disponible a través de sitios web y en sus propios idiomas.
Estamos en la primera etapa, dirigiéndonos hacia las personas que hablan en idioma bengalí, hindi y urdu.
6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
(Salmo 2:6)
La soberanía del Señor es indiscutible para aquellos que nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios. Sin embargo, una gran cantidad de seres humanos piensan que es opcional. Lo cierto es que en Cristo tenemos vida eterna. Fuera de Cristo no hay salvación (Hechos 4: 12). Cualquier intento que no considere el plan que Dios trazó, es una expresión o de ignorancia, o de soberbia.
El salmo 2 corresponde a la segunda semana de trabajo de este 2025, y es más fácil de entender cuando lo ubicamos dentro del contexto de eventos futuros. Nuestro Señor Jesús es puesto por Dios como Rey, y gobernará desde Sion en su reino milenial. Cumplidos los mil años, el enemigo engañará a las naciones de la tierra, quienes subirán contra los santos y la ciudad amada, según Apocalipsis 20: 7, 8 y 9. Esta es una referencia a que los reyes de la tierra y los príncipes se levantarán y consultarán unidos contra Dios y contra su ungido, diciendo: “Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas.” (Salmo 2: 2,3). ¿Qué sucederá?
“4 El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
5 Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.” (Salmo 2: 4,5). Y según Apocalipsis 20: 9, fuego descendió del cielo y consumió a los que iban contra el pueblo de los santos y la ciudad amada.
Bien hacemos en humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, para que él nos exalte cuando fuere tiempo. Pero si hay adversarios, no es de asombrarse. Seguirán existiendo quienes harán lo posible para vivir fuera de la soberanía del Señor.
“6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.” (Salmo 2: 6)
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28: 18,19,20)
Al comenzar la segunda semana del año, seguimos adelante.
Bendiciones en Cristo,
Mk.