Carta abierta

¹ Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
 (Salmo 15: 1)

Las personas que habitan en el tabernáculo del Señor, son aquellas que hacen una serie de acciones descritas en los versículos siguientes. Parecería difícil de lograrlo (con nuestro propio esfuerzo), pero nuestro Señor nos dice en Mateo 7: 16-18:
¹⁶ Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? ¹⁷ Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.¹⁸ No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 
Así, cuando Cristo vive en nosotros, el fruto que damos corresponde a él. Nuestras acciones son justas por cuanto él vive en nosotros. Sin embargo, si en algún momento nuestras acciones no corresponden con Su naturaleza, rápido el Espíritu Santo nos reprende, para que reconozcamos nuestro pecado, pidamos perdón, y volvamos al camino de la santidad.

Después de mencionar una serie de acciones que hacen las personas que habitarán en el tabernáculo del Señor, el salmista concluye diciendo: «⁵ El que hace estas cosas, no resbalará jamás.» (versículo 5). ¡Qué hermoso es saber que Dios tendrá cuidado de nosotros, y que no resbalaremos jamás, por cuanto somos suyos!

Comenzamos la semana #15 del año. ¡Alabado sea el Señor por su fidelidad! Estamos haciendo lo que hemos entendido que debemos hacer, y en él descansamos para que Su Nombre sea glorificado, y Su pueblo bendecido. 

Te pedimos Señor por tus hijos e hijas, distribuidos a lo largo de la tierra, para que los bendigas con la certeza de tu perdón, y con tu dulce compañía. Bendícelos, guárdalos, y haz resplandecer tu rostro sobre ellos y ellas. Amén. 

En Cristo,

Mk.